F- (…) Puede que el
llamado Mayo francés marque un hito, una rebelión estudiantil de tal magnitud
en un país cuya economía parece estar en constante crecimiento. Una masa de
estudiantes planteando una crítica no a una autoridad en particular, sino
extendiéndola a las autoridades en general. No estoy seguro, pero ¿Quién dice
que no sea ésta la piedra de toque para futuras reivindicaciones de otro tipo?
A:- Tengo mis dudas…
F:- Explíquelas,
escucho con gusto.
A:- Estamos hablando,
en un principio, de estudiantes. En su mayoría clase media…quizás esté
generalizando, pero hasta donde yo entiendo serán ellos quienes contribuirán a
reproducir las relaciones de explotación actual. No puede trascenderse este
esquema ya que los mismos profesores, ratificando la supuesta neutralidad del
conocimiento, no dejan de ser piezas esenciales de la ideología dominante, es
decir la ideología burguesa.
F:-Pero también hubo
participación de otros sectores, una vez que empezaron a masificarse las
luchas: incluso el PCF quiso, por un momento dirigir el movimiento.
A:- Una vez que los obreros obtuvieron sus
demandas abandonaron el reclamo ya que siguen inmersos en una lógica
capitalista. O si no piense también en el papel que cumplió la opinión pública,
en la medida en que contribuyó a inclinar la balanza a favor de la postura
conciliatoria de De Gaulle, quien termina triunfando en las elecciones con más
del 60% de los votos. Esto demuestra que no pueden, mejor dicho no podemos
desembarazarnos de esta ideología…
F:- ¡¿Qué es lo que
dice?! Acá no se trata de ideologías…
A: ¿Cómo que no se trata
de ideologías? Si son estas las que proveen sentido al mundo. Si se trata de
relaciones imaginarias en las que nos representamos nuestras condiciones reales
de existencia. Tanto usted como yo estamos inmersos en este sistema de
producción que se retroalimenta por los aparatos ideológicos y el aparato
represivo del Estado. Claro que no siempre el poder se mantiene por la
coerción: es necesario que las clases dominantes mantengan la hegemonía a
partir de la cual unifican su propia ideología dominante. La universidad no
escapa a esto; todo el sistema educativo es la principal herramienta del Estado
para producir sujetos que por más reclamos que hagan están sujetados a esta ideología.
F:- ¿Para
producirlos? Yo diría que más bien para
disciplinarlos, para hacerlos funcionales al sistema. Y en esto creo que
concuerdo con usted. Pero creo que hay una cierta victoria en el movimiento del
mes pasado, se abrieron canales a protestas que se escapan de la lógica de los
trabajadores y en este sentido pueden llegar a ser prácticas de resistencia,
que permiten no estar inmersos en un estado cosificado de dominación. El poder, como usted lo entiende, no está solamente
en el Estado, sino que es algo transita por los individuos en cuanto relaciones
de poder.
A:- El poder está
determinado en última instancia por la lucha de clases, y en una correlación de
fuerzas como la actual, el poder corre por cuenta de la ideología dominante,
que unifica todos los diversos intereses de aparatos ideológicos que por lo
general son privados.
F:- ¿Pero entonces? ¿Me
está diciendo que la ideología es un bloque monolítico e impermeable?
A:- No, no
necesariamente. Incluso dentro de estos aparatos es donde la resistencia de las
clases explotadas encuentra su lugar. Ya sea a partir de contradicciones o mediante
una lucha de posiciones, en tanto determinada en última instancia por lo
económico, la sobredeterminación al nivel de la superestructura es la que da
cuenta de que hay en ella lucha de clases. Y de que la contradicción no se da
nunca en forma pura. Por eso de ninguna forma la ideología es un bloque
monolítico. Sin embargo, no creo que las revueltas estudiantiles sean el caso. Sus
demandas no lograron conformar movimientos duraderos para “volver el arma de la
ideología contra las clases dominantes”.
F:- Si, pero usted
sigue hablando de Estado como si solo allí se conglomerara el poder, cuando, a
mi entender, de lo que se trata es de hacer un trabajo ascendente, rastreando
en la multiplicidad la singularidad de los acontecimientos. Y creo que es aquí
donde pueden dar que hablar los movimientos surgidos en Mayo, como por ejemplo,
el florecimiento de las reivindicaciones feministas, u homosexuales, entre
otras.
A:- Pero ¿cómo pretende
hacer un trabajo ascendente cuando ni siquiera los sujetos tienen iniciativa
propia? Al hablar de sujetos siempre presuponemos que están atravesados
ideológicamente.
F:- Tengo mis dudas
acerca de su noción de ideología. Me parece que habría que pensarlo en términos
de construcción de discursos de verdad. Como
usted, también creo que los sujetos no tienen una existencia preestablecida,
sin embargo no los pienso en términos tan rígidos: en la movilidad de las
relaciones de poder, los discursos de verdad se van construyendo, y no sólo
reproduciendo, continuamente.
A:- (riendo) Esto es
respuesta típica de alguien que se cree por fuera de la ideología cuando en
realidad están inmersos en ella. Este es uno de sus efectos, la negación
practica…
F:- Ustedes los
marxistas ponen siempre en la base del análisis la idea de que las relaciones
de fuerza, las condiciones económicas y sociales son previamente dadas en los
individuos y que la ideología se ve como un elemento negativo que se presenta
como un velo a las condiciones de existencia, relaciones sociales o formas
políticas impuestas desde el exterior al sujeto.
A:- Usted está haciendo
pasar mi concepción de ideología como una ideología particular, mientras que lo
que trato de decir cuando me refiero a ella es que no hay por fuera de la
ideología en como tal, PUESTO QUE ESTA ES
OMNIHISTÓRICA. Y si no piense en las consignas que enarbolaron los
estudiantes hace ya un mes; ninguna de ellas puede dar cuenta de otra cosa que
de sujetos interpelados constantemente por construcciones ideológicas. No
quiero sonar determinista, pero actuamos como sujetos insertos en prácticas que
creemos libres, pero que en realidad no lo son.
Un
oficial se acerca a entregarles a los presidiarios su almuerzo. Por lo bajo
hace alusión a la supuesta ‘revolución’ del mes anterior, dándole una
connotación negativa, y se retira.
A:- ¿Escuchó? Ahí tiene
un ejemplo concreto de cómo la ideología permea todos los estratos. Mire donde
estamos, tan sólo por expresar nuestras ideas. Si esto no es una opresión de la
ideología de la clase dominante, entonces ¿Qué es? Estas instituciones no son
más que la manifestación de que el aparato represivo funciona articulándose con
las prácticas ideológicas, primeramente mediante la violencia.
F:- Bueno, ahí
coincidimos un poco más…a esto me refería cuando le decía que se necesita un
rastreo genealógico, en una sociedad como la nuestra: minada de prácticas
microfísicas y disciplinarias; donde la política y la vida se encuentran tan
imbricadas entre sí. Y de ahí la importancia de dar cuenta de sucesos capilares
como el que estamos hablando, sucesos que pueden enfrentarse en la forma de
prácticas de resistencia que evitan la cosificación de la sociedad. Por ello
discrepo con usted en la idea de que los sujetos no son libres, pues creo que
mientras puedan realizar estas prácticas, si lo serán. Claro que sólo podré
validar lo que digo cuando se esté a una distancia suficiente como para
analizar este acontecimiento a la luz de las consecuencias futuras.
A:- Ahora come que se
enfría…
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