viernes, 9 de marzo de 2012

¿Hacia donde va el discurso político del Kirchnerismo?




La apertura de las sesiones ordinarias del congreso el pasado 1 de Marzo tuvo como eje central al discurso de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Discurso como cualquier otro?¿Cuáles fueron las continuidades y disrupciones discursivas con respecto al discurso kirchnerista?[1].
Tal como lo establece la Constitución Nacional en su artículo 99 inciso 8, la presidente de la nación dio cuenta de la situación del Estado Nacional. En este aspecto, el arsenal de cifras, números y estadísticas sobre la situación del país fueron el apoyo sobre el que se baso la defensa de su exposición. Una vez más demostró, tal como lo hiciera el ex presidente Néstor Kirchner, que desde las estadísticas intentan disputar el sentido de sus prácticas políticas. El caso ya muy mencionado del INDEC así lo demuestra. Tanto Fernández de Kirchner, como lo hiciera su marido, se muestra estadista, calculadora y pragmática en su forma de hacer política.
¿Desde que lugar se construyeron discursivamente las figura de la enunciación del discurso del pasado 1 de Marzo? Durante el mismo, hubo una serie de corrimientos de la figura del enunciador, lo que hace que también se vayan modificando con esta, las figuras de los enunciatarios. Esto es, desde donde se habla, que construcción del sujeto que habla se hace en el discurso. Podríamos definirla como una enunciataria pendular, que va desde, la jefa de estado, una ciudadana, una abogada profesional, una madre, y hasta incluso una viuda. La primer parte del discurso, fue construida desde un enunciador a cargo del poder ejecutivo que dio cuenta de los variables que rigen al Estado Nacional Argentino hablándole a los ciudadanos en calidad de propios y ajenos. Una de las particularidades del discurso político es que siempre le habla al “propio” que definimos como prodestinatario y a los opositores que definiremos como contradestinatario. Estas 2 figuras de los enunciatarios, en su calidad de receptores del discurso, son simples y factibles de ser encontradas en todo discurso político. Durante la exposición de los números del Estado, esta diferenciación enunciativa entre propios y ajenos tiende a borrarse. Nunca de manera completa y absoluta, pero la exposición de números y estadísticas, frías en muchos casos, tiende a borrar esas diferenciaciones, son exposiciones para todos los ciudadanos.De todas formas hubo momentos de la exposición de las cifras, en que Fernández de Kirchner se pronunciaba de alguna o de otra manera. Tales fueron los casos ante la situación del campo y la cosecha, así como también para con la cuestión de los docentes y el conflicto gremial. Digamos entonces que si bien las cifras pretenden esconder y borrar las diferencias políticas de sectores desde el discurso, los agregados de la presidenta tendían a anular esa neutralidad de alguna u otra manera.
También podemos encontrar en este discurso la estrategia enunciativa, ya utilizada en discursos anteriores por el Kirchnerismo, donde se ubican en una suerte de enunciador que viene ( vino) desde un afuera. Es recurrente la apelación a la idea de enunciador que viene desde un afuera, en este caso, del interior, de Río Gallegos, desde el sur. Esta estrategia enunciativa tiende a generar la idea de un actor que llega al campo político desde un afuera, mas trascendente es esta estrategia si tenemos en cuenta las diferencias históricamente trazadas en nuestro país entre el interior y la Capital Federal. Este recurso de un enunciador que llega, adquiere mayor dimensión si se lo contextualiza con la crisis política del 2001, donde se pedía a viva voz y con ollas en la mano “que se vayan todos”. 2 años después, en 2003 Néstor Kirchner en su discurso de asunción pronunció “venimos desde el sur” (…) “Sabemos de donde venimos y sabemos adonde no queremos volver”.[2]
La idea del lugar al cual no se quiere volver forma parte de una doble articulación. Por un lado, el lugar adonde no se quiere llegar es al 2001. Es una constante del discurso político Kirchnerista en general, y en este discurso tampoco estuvo ausente, la mención a ese año. Por otro lado, siempre posicionan al contradestinatario de su discurso al paradigma neoliberal de los años 90. Esta estrategia tiene la particularidad de no centrarse tanto en nombres, como podrían ser Menem, De la Rua o hasta el mismo Duhalde, sino pararse políticamente en contra de todo un paradigma político, económico y social, como lo fue el neoliberalismo que en nuestro país implico el desguace del Estado Nacional.
No menos importante es destacar la apelación directa que tuvo el discurso de Fernández de Kirchner para con el jefe de gobierno porteño. Quizás, esta apelación directa llame la atención, mas teniendo en cuenta que el gobierno venia bajando el nivel de agresividad de sus discursos, sobre todo desde la época pre electoral e incluso en el mismo discurso pronunciado la noche que obtuvo la reelección. En este caso hubo apelación directa hacia Macri, cuya figura fue establecida como un contradestinatario político directo. Tanto es así, que en un momento, Cristina Fernández se corrió enunciativamente de su lugar de presidente y le hablo como abogada, esgrimiendo que no se puede devolver contratos por conferencia de prensa.
Todos los discursos políticos son distintos. Ninguno construye las figuras de la enunciación de una manera unidireccional. Cada uno con sus particularidades, establece disrupciones y continuidades. ¿Hacia donde va el discurso político del Kirchnerismo? Será tarea del tiempo responder a esta interrogante.

Augusto Constantin.



1 http://www.el-ayllu.blogspot.com/search/label/Discurso%20politico
2 Discurso de asuncion de Nestor Kirchner . 25/05/2003.

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