sábado, 17 de diciembre de 2011

Nada Raro. Breves apuntes sobre disputas de poder

El discurso del último jueves de Hugo Moyano en el Estadio de Huracán marcó una importante novedad en el escenario político nacional. La pata sindical del Kirchnerismo empieza a tener algunos desequilibrios. El ciclo Kirchnerista mostró siempre bastante temple para manejar las relaciones de poder sindicales y tornarlas a su favor, sobre todo desde el conflicto por la 125. Hoy se encuentra con una fracción de la CTA, la CGT azul y blanca y Camioneros (con el impacto que eso tiene al interior de la CGT) planteando algunos desafíos al gobierno que acompañaron hasta ayer nomás.

Las demandas son variopintas: desde selección de puestos para aspirar a las bancas hasta la participación en las ganancias, pasando por el cese de “hostigamiento” judicial aparentemente orquestado por el gobierno para sacarse del lomo a la pesada cúpula sindical. Algunas tienen fundamentos y asidero temporal-real. Otras están más cerca de parecerse a defensas corporativas que a cualquier otra cosa.


CFK conoce el paño. Sabe a que juega. Entre sus cálculos debería haber estado este cambio de escenario y esta disputa que ofrece Moyano. Lo seguro es que, más allá de su duro discurso de asunción, no esperó que fuera tan poco tiempo después de un arrasador 54% de votos. El poder es así, difícilmente elige tiempos y la disputa, se sabe, es permanente.

Cada quién sacará sus propias conclusiones, eso está claro. Preguntémonos entonces: ¿Es el momento justo para disputarle poder a CFK? ¿El moyanismo realmente quiere conformar un partido laborista cual PT? ¿Y quién sería Lula? ¿Puede este gobierno enfrentar los frentes que tiene abiertos sin el apoyo de la CGT? ¿Es momento de empezar a disputar las parlamentarias de 2013? ¿Podrá Moyano aspirar al poder por fuera del PJ?

Todas preguntas que hoy no tienen respuestas certeras. Habrá que ver que pasa en la cancha, donde se ven los pingos. Cristina juega duró, acusa y marca el terreno. Moyano hace lo propio y muestra que su poder de convocatoria es muy amplio. La disputa iba a existir. Venimos diciendo que la oposición no existe en términos políticos, que los sismos, en caso de existir, iban a surgir desde el seno del Kirchnerismo. He aquí un primer temblor.

Vivimos en una época dónde lo político acontece con una potencia tremenda, en escenarios muy cambiantes y desafiantes. El que duerme, pierde. En política, se sabe, nadie regala nada. En eso están estos 2 grandes factores de poder, un gobierno que no quiere que la CGT se le ponga en contra pero que sabe que ha acumulado un gran caudal político (el cual dista mucho del que tenía el Kirchnerismo tras su primera irrupción) que le permitiría enfrentar lo que llaman “extorsiones” sindicales. La CGT y Moyano, por su parte, saben que sus bases respetan a CFK más allá de su liderazgo, pero también sabe que para poder transformarse en alternativa de poder es necesario desafiar a quien lo sustenta.


Las imputaciones cruzadas están a flor de piel. Veremos si las sombras respecto de la relación CGT-Gobierno se tornan negras o si, por el contrario, se matizan las tensiones y ambos se disponen a caminar más o menos cerca. Lo único cierto es que ambos seguirán, como siempre, disputando poder, y en eso andan. Nada raro.


El infernal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario