sábado, 1 de octubre de 2011

Entre fines y comienzos de ciclos: querer, quiere ¿Podrá?

El camino a octubre se allanó para CFK el mismo 14 de agosto. El resultado contundente de las primarias no sólo la dejó con un capital político importantísimo de cara a los comicios generales, sino que también planchó el escenario del que sigue siendo el “haz aglutinador”.

Quedan 23 días para las elecciones, las sorpresas parecen ser cosa de otra película. Al parecer CFK se impondrá cómodamente y quizás mejore la performance de agosto. La oposición busca rumbo y proyección para 2013-2015, Binner es el que mejor parece haber leído el resultado de las primarias y las cartas que le quedaban por jugar. Batallará por instalar al FAP como segunda fuerza. Claro, la tarea es difícil, 4 años son muchos, mantenerse cuesta, para mas datos preguntar a Pino.

Alfonsín y Duhalde sin rumbo le ceden espacio a R. Saa, pero, seamos claros, los 3 resultan ser meros adornos en la disputa electoral. Habrá que seguir el desempeño del FIT que lucha por aumentar el caudal de agosto para que la izquierda esté presente en el Congreso.

Este breve punteo da cuenta de que, en términos electorales, no pasa mucho. Más bien uno diría que los actores comienzan a reubicarse para salir airosos de la disputas intra y extra peronismo por la sucesión de CFK. En esta tarea están todos y nadie regala nada.

El Kirchnerismo tendrá que abogar para no devorarse a sí mismo en la propia disputa y la oposición deberá trabajar, fuertemente, para instalarse como alternativa viable (¿).

De mantenerse el caudal de agosto, estaremos en presencia de lo que Edgardo Mocca llamó “fin de ciclo”[1]. Su duración se extendió desde 2008 y la disputa por la 125 y vendría a concluir el 23 de Octubre. Se cierra una etapa y debe empezar otra. CFK cuanta con el caudal necesario, en términos políticos, para llevar adelante reformas pendientes y cambios estructurales que se han dilatado desde 2003 (renta financiera, minera, políticas de subsidios, trabajo en negro, etc. etc.). El Kirchnerismo ha obtenido sus mejores resultados transgrediendo ciertos nichos de poder otrora intocables en la Argentina, deberá definir si el ciclo que nacerá al calor del resultado electoral del 23 de octubre abre las puertas a nuevas transformaciones. Claro, la cuestión no es fácil de dirimir, la política es suma y resta constante, la batalla por la hegemonía no da respiro y el Kirchnerismo lo sabe. Hoy es la conducción del peronismo, pero se vienen 4 años bien intensos.

El ciclo que finaliza en octubre mostró que el Kirchnerismo pudo/quiso poner en discusión la hegemonía comunicacional de ciertos grupos concentrados, que pudo/quiso reestablecer los aportes de los jubilados, que pudo/quiso concretar la AUH, que pudo/quiso poner en discusión la renta agraria, que pudo/quiso pensar a la Argentina en escala regional (UNASUR), que pudo (¿) y quiso imponer la noción de memoria, verdad y justicia (no olvidamos a Julio López, Arruga, S.Suppo, etc, etc). Que pudo y quiso, definitivamente, poner al debate político, social y cultural en el escenario de la democracia Argentina.

Dicho esto y habiendo presentado la “teoría del fin de ciclo”, resta preguntarse sobre el ciclo político que se inicia el 23 de octubre por la noche, ¿Podrá/querrá el Kirchnerismo grabar la renta financiera y la renta minera? ¿Podrá/querrá atacar a fondo la problemática del trabajo en negro y la tercerización? ¿Podrá/querrá pensar una argentina interconectada integralmente en términos de transporte (básicamente hacemos alusión al tren)? ¿Podrá/querrá el Kirchnerismo poner fin a la burocracia sindical y democratizar al sindicalismo argentino? ¿Podrá/querrá tratar la despenalización del aborto? ¿Podrá/querrá abrir más espacio de decisión ciudadana? Al fin y al cabo, ¿Podrá/querrá el Kirchnerismo?[2] No lo sabemos, la voluntad popular tendrá la última palabra, no sólo para elegir a sus representantes, sino, sobre todo, para marcarles el rumbo, ¿Podrá? Porque querer, quiere.


El Infernal

[2] El lector podrá nombrar las deudas pendientes de la democracia argentina (que son infinitas) y en ellas las del Kirchnerismo.

2 comentarios:

  1. Muy buen texto. creo que este indudable nuevo mandato trancurrira sobre grandes ejes de la agenda politica como: la ley de entidades financieras, la reforma tributaria y la ley de aborto. con marcado esceptisimo podria decir que es lo maximo que espero del K. el poder real seguira en manos del sindicalismo cegetista y gran parte de la UIA. en ese sentido el resto de las organizaciones han mostrado que no pueden disputar mas espacios que el que han conseguido. no hay que perder de vista la conflictividad social que se abrio el año pasado (y que seguira profundizandose) en torno a la lucha por el metro cuadrado. las asimetrias del crecimiento economico han mostrado sus consecuencias recrudeciendo la problematica habitacional y la repudiable concentracion del suelo. Me parece interesante el “querrá-podrá”, la batalla cultural que ha emprendido el K le ha permitido controlar sus avances y limitaciones en una arquitectura del poder clásico adaptado a los nuevos tiempos.

    Va a ser un dia histórico (por la caudal electoral de CKF). pasado los festejos, retomaran los desafíos.

    poli.

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  2. Buen texto. Coincido con el enorme capital político con el que va a contar el gobierno nacional a partir del 23 de octubre, no solo en cuanto a caudal de votos a nivel nacional, sino también a nivel legislativo en el Congreso, a nivel territorial metropolitano en las intendencias del conurbano y a nivel federal en las gobernaciones provinciales (las restantes elecciones a gobernaciones provinciales proyectarían un apoyo de 20 provincias al gobierno nacional post 23 de octubre). Justamente esta apreciación de apoyaturas en diferentes planos del sistema político lleva a lo que quiero marcar: desde el 23 en adelante el punto a considerar (para mi siempre lo fue) no es tanto el kirchnerismo, sino la productividad política del peronismo. Todo esta apoyatura es imposible de pensar sin el peronismo en tanto fuerza política y partido. Me parece que ahí, y no tanto en el "kirchnerismo", es donde están planteados los interrogantes nodales del podrá/querrá, así como de las próximas legislativas nacionales en 2 años, y, por supuesto, la próxima figura presidencial dentro de 4 años. Saludo el texto y el debate. Nico.

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