Fuiste vida, lucha y oratoria. Ahora sos tierra, flores, primavera. Tu vida pareció una ráfaga, como la de las metrallas de los cobardes que asaltaron la moneda. Pensaron que al matarte te vencían, ¡¡que ilusos!! no entienden. Nunca entendieron. La causa no es el cuerpo, la causa es la memoria y el anhelo.
Te lastimaron la cabeza, el casco no alcanzó para la guerra. Dicen que te mataron, otros cuentan que no les diste el gusto. Te acompañaron los amigos, te hiciste inmortal en el recuerdo.
Pensaron que te (nos) vencían, ¡¡que ilusos!! ¿Acaso no sabían que renacías? ¿No te imaginaron en la cabeza de miles de estudiantes? ¿No te adivinaron a pie firme por Santiago junto a miles? ¿Acaso creyeron que te mataban? ¡¡Que ilusos!!
Yo te vi atrincherado cuando el invierno se hizo crudo. Te adivine en esté 11, cuando florece la esperanza. Yo te lloré sabiendo que volvías, te imagine irrenunciable, s(S)alvador. Hoy sos grito y puño en alto, garganta rebelde y voz cantante. Hoy la historia te ve entre estudiantes.
Nacho
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