jueves, 3 de marzo de 2011

El lenguaje en disputa - Parte I

A partir de hoy publicaremos un trabajo (realizado con los compañeros Florencia y Ramón) que intenta brevemente, a partir de la noción de retorno y de ciertas imágenes, caracterizar al fenómeno peronista. La presentación del trabajo se hará en forma semanal, espero que lo disfruten y podamos pensar las cuestiones que cruzan a la política nacional a la luz de aquellas. Quizá resulte un buen ejercicio.
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Aquí les dejo la introducción... la invitación está hecha.

El lenguaje en disputa:

El Peronismo y las imágenes del eterno retorno

“Ser peronista es comer tallarines los domingos con la vieja”,

Lorenzo Miguel, Ex Sec. Gral. de la UOM.

El conjunto de las sociedades definen su realidad a partir de un habla, a partir de un lenguaje y a partir de imágenes que la constituyen como tal y la proveen de particularidades sustantivas que allanan el camino de su propio devenir histórico.

Comprendemos la realidad como una construcción social. Un artificio humano que emplea como ínsumo básico la relación social. En ella identificamos un habla y un lenguaje, entre otros elementos de un corpus cultural común.

La lengua, la vida, las imágenes resultan entonces factores que estructuran los sentidos que se disputan comunidades enteras.

Intentaremos en este breve ensayo caracterizar al fenómeno peronista a partir de la noción de “retorno” que cruza la vida de Juan Domingo Perón (y con ella, la vida política, cultural y social de nuestro país) y a partir de imágenes que, desde su inmortalidad instantánea, nos ayudan a caracterizar ciertas coyunturas que contornearon la historia política nacional.

La idea de retorno, la necesidad de devolver o restituir una determinada situación, ha atravesado transversalemente al peronismo. Su propia existencia anida en la necesidad de apelar a una situación anterior que le permite configurar no sólo el presente, sino también, una nueva noción de futuro. La idea del retorno caracteriza a un “no tiempo” que trae a escena a aquello que fue, para resignificarlo y re-estructurarlo en un presente que no es pasado, pero que será futuro. Al fin y al cabo el peronismo es, siempre, pasado, presente y futuro[1].

Cruzaremos esta noción del “eterno retorno peronista” con una serie de imágenes que, por su potencia, sintetizan y pre-anuncian las condiciones y potencialidades de sendos retornos en la vida de Juan D. Perón.

Presentaremos la imagen fundante del peronismo, capturada el 17 de octubre de 1945, que atesora la síntesis de lo multitudinario, de aquello que se hace uno y se vuelve sujeto demandante de una situación pre-existente. Una imagen que es, a la vez, retorno y originalidad, antes y ahora, y que será, tras el devenir histórico, voz y nombre imposible de quitar en el relato de la historia nacional[2].

La secuencia fotográfica asumirá, posteriormente, quizás la mayor demostración de odio y violencia perpetrado contra un otro antes negado y ahora temido. La imagen del odio nos presentará a marinos asesinos que no dudarán en bombardear Casa Rosada y Plaza de Mayo para forzar la caída del gobierno peronista. Esta escena no remite directamente a un retorno, pero es el hecho que permitirá la confluencia resistente de la masa peronista y que alimentará, durante 17 años no sólo el mito, sino ya la necesidad del retorno. “Perón vuelve”, el nombre asociado a una vuelta. El fracaso del bombardeo mostraba su costado más acabado en la experiencia de la resistencia y del lenguaje, aquello que pretendió borrarse de un plumazo vuelve a escena a partir de la apelación a una voz, a un mando, y a una situación pre-existente.

Por último apelaremos a dos fotografías que aluden al retorno definitivo, tras 17 años, del General Perón y que preanunciarán un destino trágico. Cita en Ezeiza, multitudes ya no tan anónimas como la del ‘45. Derecha e izquierda, síntesis y superación, orden y revolución, todo caracteriza la experiencia del retorno efectivo de un hombre. ’72 y ‘73, un general, un movimiento en disputa, un pueblo. Las imágenes de Ezeiza, aquello que no iba a retornar y el pre-anuncio de una tragedia por venir.

Fin de la introducción.

Por Florencia, Ramón e Ignacio

Durante la próxima semana se publicará la primer parte del trabajo que sigue a esta introducción...



[1] “Sepa usted –y no se olvide que me llamo Ezequiel– que tenemos preperonismo, peronismo y posperonismo para unos cien años”. Citado en: Nahmias, Jack: “Instantáneas peronistas”. Pagina 12, octubre de 2008.

[2] GONZALEZ, Horacio: Perón. Reflejos de una vida. Buenos Aires, Ed. Colihue, 2007, p. 10.

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