miércoles, 2 de marzo de 2011

Debate sobre el "nobel" Vargas Llosa

Un estado que propugna desde el discurso la libertad de expresión y que en consecuencia avanza con una nueva ley de medios que ahonde en este derecho, no puede permitirse acciones tendientes a erosionar este enunciado. Es razonable que desde este punto de vista la presidenta le haya solicitado al director de la biblioteca nacional, Horacio González, retire la carta donde manifestaba la inoportuna participación de Vargas Llosa en la apertura de la 37 feria del libro. El embate de los reconocidos miembros de Carta Abierta (desvalorizados también desde la oposición como los intelectuales K) para con el reciente Premio Nobel de Literatura, es un enfrentamiento de posiciones ideológico-políticas con tendencia a no profundizarse demasiado en los medios a costa de transformarse en una campaña de marketing publicitaria de la eminente apertura de la feria del libro.

No podrá negarse el carácter de literario reconocido y prosa elegante del recientemente condecorado con el premio de la academia sueca, pero debemos de reconocer lo que la figura de Vargas Llosa representa en términos ideológicos y políticos. Un argumento utilizado en contra de la exposición y apertura del literato peruano es que rompe con la tradición establecida de que un escritor nacional este a cargo de la exposición inaugural de la feria, argumento de valor relativo que se acerca mas a un comentario poco feliz que a un argumento valido para el debate; distinta seria la situación si Eduardo Galeano, o Gabriel García Márquez fuese el disertante inicial.

El problema no esta en la falta de méritos literarios del intelectual peruano que no pueden desconocerse, sino en lo que este representa como imagen política. Un intelectual a ultranza neoliberal y ferviente representante de una derecha de la más reaccionaria de América Latina. Un hombre que desde su discurso ha reivindicado regimenes dictatoriales que tanto mal le han hecho a nuestro suelo latinoamericano. ¿Que significación adquiere su presencia en la feria en términos políticos? La ideología de Vargas Llosa lo acerca más a las ideas de las grandes corporaciones y multinacionales que entre otros mercados, dominan las comunicaciones masivas. No obstante debemos de considerar el lobby que las grandes corporaciones mediáticas y editoriales pudieron haber realizado para contar con la presencia de Vargas Llosa. No es un hecho casual su presencia en estos tiempos por nuestro país.

Esperemos evitar el abucheo de agrupaciones políticas e incluso un intento de boicot de la palabra como se sucediera en la última edición de la feria con la presentación del libro de IndeK. La libertad de expresión no debe variar en términos de ideología, debe ser respetada como un derecho humano esencial. Seguramente Vargas Llosa disertará, tendrá palabras en lo referente a la literatura, se pronunciará políticamente sobre la situación de nuestro país , pronunciamiento que seguramente será recogido por los medios hegemónicos que harán una tapa con alguna frase del literato; luego el "Nobel" se irá esperemos con su exposición ya dictada y allí podremos demostrarle que como sociedad hemos evolucionado y que somos capaces de escuchar al que piensa diferente y que lejos estamos de ser la sociedad que merecemos como el propugno en alguna declaración , porque aun padecemos los males que las políticas neoliberales nos han causado, políticas del cual el es uno de los máximos iconos en América Latina. Lo que somos no lo merecemos pero si lo padecemos y esta sociedad se repiensa continuamente entendiendo que no queremos volver a aceptar recetas ni imposiciones liberales que nos opriman y condicionen. Es respetando su posición y permitiendo su exposición como demostraremos que estamos reinventando una cultura que el mercado ya no puede regular.


No debe de sorprender la invitación de parte de la cámara del libro para con Vargas Llosa cuyas ideas están en sintonía con la línea editorial de los integrantes de la cámara del libro integrada por representantes de las editoriales mas importantes que ponderan el negocio comercial por sobre el valor cultural del acontecimiento. En cuanto a mi persona seguiré recorriendo a los puestos del Parque Rivadavia donde los libros distan de ser un objeto cultural mercantilizado , como Adorno y Horkheimer propugnaron denunciar, e iré en busca de algún buen titulo de esos que no se consiguen en las ferias comerciales.


Por Augusto

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