miércoles, 21 de julio de 2010

Capital, Economía y Poder de clase: una breve reflexión sobre “La Inflación”


*Revisión y corrección al artículo "El que corta el bacalao".“
No sé si está bien dar explicaciones todo el tiempo. Tal vez el objetivo del pensamiento teórico no es dar explicaciones, sino participar en la lucha anticapitalista en términos de destruir esas categorías tan limpias del pensamiento burgués y gran parte del pensamiento marxista. Por eso es bueno sentar la posición de decir a veces: no tenemos respuesta”.
John Holloway

Desde el pasado diciembre asistimos a un fenómeno de encarecimiento de bienes de consumo básico. Se podrá tener sutileza y hablar de "reajuste" o "tensión" en los precios. Se podrá ser catastrofista y hablar ya de una "espiral inflacionaria". Ante las dos posiciones estaríamos en falta: ni hay un reacomodo mínimo, ni ingresamos en una espiral. Estas versiones que son sostenidas por los medios hegemónicos y el gobierno buscan generar un clima de opinión.Como cuando Marx criticase a la Economía Burguesa la falta de historicidad y su pretensión de presentarse cual ciencia y conocimiento eterno, hoy estamos nuevamente frente a academicistas y periodistas que no dan cuenta del principal factor de los fenómenos económicos: lo político.
En la expresión de los hechos económicos está presente, no solo en el trasfondo sino en primera plana muchas veces, la cuestión política-social. Y esto es precisamente lo que callan los “expertos” y sus acólitos. Porque la expresión económica es también expresión de un proyecto de clase, de un proyecto que busca mantener o direccionar las cosas hacia un estado de situación.
Discutir el fenómeno
Retomando la noción tradicional y hegemónica, y pasándola en limpio, nos dicen que la inflación es un fenómeno que se produce por un desfasaje entre la producción de un bien y su demanda, cuando esta última se incrementa y la primera no logra abastecer tal aumento. A las claras esta descripción circunscribe intencionalmente el hecho a la esfera económica. La dinámica de la noción se apoya en que los actores económicos (para el caso los consumidores, específicamente los sectores populares de la población) que emplean la totalidad de sus ingresos en adquirir alimentos y bienes de consumo inmediatos.Desde esta perspectiva la inflación actual tendría una explicación de carácter estructural. Por ejemplo; el incremento de más de 25% que ha tenido –solamente entre diciembre y enero- la carne (pongo como ejemplo este bien ya que ha funcionado como punta de lanza para el aumento generalizado del resto de los componentes de la canasta básica alimentaria), sería explicado porque:a) ha crecido la demanda en 25% o más (es decir hay un sector de la población que dispone de bastante más dinero para demandar mucha más carne);b) la producción de carne ha caído más de 20% SOLAMENTE en diciembre y la demanda se ha mantenido constante.c) todas las anteriores.
Todo precio es político: la responsabilidad de los formadores de precio
Asistimos desde hace años a una completa autonomización de lo financiero respecto de la producción – la mal llamada economía real-.La progresión del movimiento en la esfera financiera de la economía -la parte intangible, el precio, lo virtual- ha llevado a un fenómeno de ombliguismo y aceleración de sí, independientemente de los procesos de cambio de la producción-economía real. El capital pareció ver cumplido su sueño: D-D’ es la fórmula que moviliza gran parte de los fenómenos financieros y crediticios actuales.Quizás pensar la disociación como autonomización sea quedarse corto. Las velocidades de los cambios en y entre las dos esferas compositivas de “Lo Económico” no se condicen para nada. Allí reside precisamente el punto fuerte de la cuestión. Esta gran cintura con la que cuenta el sector virtual de la economía es lo que le permite, entre otras cosas, decretar que hoy o mañana un precio se remarque de acuerdo a gusto y piacere.
De la misma manera actúan las posiciones privilegiadas en el Mercado. El que un bien sea producido, o acaparado para distribuir, en pocos o en un nodo espacial, hace que las posiciones entre los actores sean desiguales, sean asimétricas.Retomando el ejemplo de la carne, con esta nueva dimensión introducida resulta lógico que en cuestión de días haya sido imposible una caída en la producción del 25% de vacas. Tampoco ha habido una inyección de liquidez del 25% hacia los sectores populares en ese periodo. Es decir que estructuralmente hablando no ha habido un desfasaje tal que justifique remarcar en 25% el precio. Hay algo que no cierra: la explicación estrictamente economicista de la inflación. Tenemos que discutirla, pensarla en tanto fenómeno político y extractivo.
¿Qué es lo que efectivamente sucede cuando hay inflación, cuando el sector virtual hegemoniza el fenómeno económico?
¿Cuando uno o dos actores acaparan una posición privilegiada en la producción de un bien tan básico como el alimento?
La Inflación es la expresión de un fragmento de clase que logra socialmente imponer un proyecto sobre la totalidad del bloque de poder dominante. Se trata del sector del Capital que representa a los formadores de precios, a los que trabajan y lucran desde lo virtual de esta economía autonomizada, y que desde hace años vienen estando en el centro de la escena: el Capital Ficticio.La imposición de un proyecto como este necesita de la legitimidad para sostenerse. ¿Cómo es que se construye dicha legitimidad? ¿Dónde es que se construye? Se construye en, a partir y a través de la ideología. El hacer una cosa u otra, tener una prioridad sobre otra, un orden de los valores que estimamos es en definitiva parte de la definición amplia que pensamos de ideología. Quien trata de reflexionar sobre el fenómeno es el italiano Antonio Gramsci. Observa que la ideología no solo es corpus teórico, es acción concreta y materializada en el hacer cotidiano. Valiéndose de esto es que se construye la legitimidad de los bloques sociales. Velados por la ideología, los sabios economistas no son capaces de dar cuenta de la realidad del fenómeno inflacionario-extractivo: la posición nodal de los formadores de precios y la dirección del Capital Ficticio. Estos sabios no son capaces de comprender que efectivamente lo que se discute es política. O lo que es peor, comprendiéndolo lo callan, haciéndole el juego a las mistificaciones de las que hablara el viejo Marx.
El rol de los formadores de opinión
Sostenemos entonces que el fenómeno inflacionario excede a las claras el ámbito económico. Es en sí un fenómeno social y político, mucho más complejo de lo que intentan hacérnoslo presentar.
Partimos de comprender que opera la ideología. En este tema es necesario pensar el rol de los formadores de opinión: los mal llamados "medios de comunicación".La posición social privilegiada que ocupan hoy los medios, es una posición de poder. Por consecuencia no son nada inocentes. Mucho menos independientes. La mejor expresión de esto son las "corrientes de opinión" que generan o buscan generar sobre diversas temáticas. Observamos que muchas veces, como correctamente dijera Marx, la tendencia de la centralización del Capital es ineludible y es extensible: los medios centralizan desde sus editoriales un discurso, una construcción (los medios del mainstream) que trabaja directamente a nivel de opinión general. De esta manera responden a los intereses de la fracción de clase que en una etapa de acumulación específica logra imponerse como dirección del bloque de poder dominante.Acá hay que repetir algo que hiciera famoso el tristemente célebre nazi Goebbels y que ayuda muchísimo a dilucidar la cuestión: "Miente, miente, miente que algo quedará, mientras más grande sea una mentira más gente la creerá". Tremenda frase con increíble actualidad.
Reflexión final
La construcción de esta gran mentira -la inflación como proceso autónomo de lo social/político, como cuestión solo económica- a través de los aparatos comunicacionales es necesaria para mistificar y legitimar el doble fenómeno que realmente opera a través de ella:Por un lado, extracción forzosa de una mayor cantidad de poder adquisitivo del salario real del Trabajo, lo que significa desde el punto de vista del Capital un ejercicio de poder para garantizar una mayor cantidad de realización del plusvalor extraído en la producción.Por el otro, abstrae el poder de acción del Trabajo ya que discursivamente circunscribe el hecho a la esfera económica, haciendo aparecer al fenómeno como ajeno al saber popular o saber social.Solamente a partir de lograr cierto clima de opinión es que las clases dominantes pueden actuar impunemente en el encarecimiento de la vida en general, y extracción de riquezas del salario trabajador en particular.Como conclusión entiendo que es claro el nexo que existe entre el Capital Ficticio y los Formadores de opinión. Son representaciones de una misma clase, la del Capital, en ejercicio de reafirmación de su poder social a través del encarecimiento y creciente pauperización de la vida. Son fracciones en ejercicio de una relación social de poder. Actúan en clara disputa entre diversas fracciones para determinar quién recibe menor o mayor proporción de la masa plusvalía producida. Por ello precisan economizar la inflación, para no develar que lo que se discute realmente de fondo es política, lo que se discute es el poder de una clase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario