miércoles, 24 de marzo de 2010

Ayer, hoy y mañana.


34 años hace que el pueblo argentino busca justicia, memoria y verdad. Ante un nuevo aniversario vemos a los verdugos de verde ir de tanto en tanto a comparecer ante el tribunal de turno, siempre parados desde una soberbia inmutable, despotricando contra un pueblo que no entendió que ellos estaban sumergidos en una “guerra sucia” y que todo lo que hicieron (torturas, robos de bebes, asesinatos, y muchos etcéteras) lo hicieron para resguardarlo del “peligro rojo” que azotaba al mundo.

El contexto de guerra fría y la doctrina de seguridad nacional sirvió como justificación de una dictadura atroz, represiva, retrograda y aliada a los grandes poderes del establishment, la cúpula eclesial y parte de una nefasta burocracia sindical cómplice.
Esto nos indica que la Argentina fue víctima de un golpe cívico-militar, en dónde una camarilla de milicos perversos instauró el terror desde la cúpula estatal, y se encargó de perseguir a diestra y siniestra a su propia población, encontrando a sus principales aliados en los grandes grupos económicos y en una burocracia sindical cómplice que no dudó un segundo en delatar a los trabajadores.

La instauración de un modelo (como en1880) no se pudo concretar sin un baño de sangre. Como ayer con los pueblos originarios, en los 70´s se disciplinó a gran parte de la sociedad (principalmente aquella que ponía en cuestión las intervenciones militares y la crudeza del gran capital). El resultado está a las claras, décadas de apatía política, disciplinamiento social, enajenación de la política y primacía del mercado sobre esta, oleada regalista-privatista, el “no te metas”, la tristeza, el dolor, las ausencias, la injusticia…

34 años aún no le bastaron a esta sociedad para condenar a sus culpables, ni para poder dar una base definitiva a una democracia real. 34 años de dolor y angustia no le impiden a algunos dirigentes de turno hablarnos de “olvido y perdón”, 34 años no bastaron para desarticular a la podrida policía bonaerense, ni para que la cúpula eclesial asuma sus atrocidades y deje de pedirnos perdón, 34 años aún no nos bastaron para entender que significa el NUNCA MÁS.

Hoy como ayer, nos falta Julio López, Luciano Arruga, Kosteki, Santillán y miles de pibes perseguidos por la maldita policía y estigmatizados por una sociedad cómplice, hoy como ayer los dinosaurios se pasean por los grandes escenarios de la palestra pública, hoy como (o más) ayer los pibes tienen hambre, hoy como ayer el mercado nos regula, hoy como ayer el gran capital nos despoja, nos deshumaniza, nos corroe, nos somete y nos expulsa (previa explotación, claro está).

Hoy como ayer practicamos el ejercicio de la Memoria, para que hoy como nunca antes el pueblo sacie su sed de justicia y consiga a partir de ella, la base sólida para reconfigurar y revitalizar viejas luchas, que fueron de ayer, que nos determinan hoy y que nos condicionan en el mañana.

Ni Olvido, Ni perdón.
Aparición con vida y castigo a los culpables,
por un verdadero "Nunca Más".

24/03/1976 - 24/03/2010

2 comentarios:

  1. Comparto el análisis en general. Solo opino que "los grupos económicos encabezados por Martinez de Hoz" (el que debería ser enjuiciado como mínimo por su directa responsabilidad como mentor ideológico del golpe)usaron a los milicos para su plan perverso, luego estos, embebidos de codicia, aparte de asesinar y robar (inclusive niños)pretendieron perpetuarse en el poder. No es casualidad que el asesino Massera quisiera emular a Perón y formó un partido político. Con tristeza debo comentar que EN EL UNICO LUGAR DE LA ARGENTINA que tuvo un Concejal fue en San Pedro. Fue Rolando Gonzalez (Ex UCRI).cOMO APORTE AL BLOG: sería bueno recordar que paso en nuestra ciudad en tre 1976 y 1983, ya que los "piccaglores de la historia" solo relatan los hechos por otros escritos.De investigar y de interpretar ni una palabra. Y, como a la historia la escriben los que ganan, QUIERE DECIR QUE HAY OTRA HISTORIA.
    Muy bueno el Blog
    Naico

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  2. Y qué bronca da escuchar los nefastos dichos del fascista de Duhalde, responsable de la muerte de Maxi y Darío, hablando de hacer un plebiscito sobre si continuar o no con los juicios.
    Ni siquiera es un despropósito, como tibiamente lo calificó Aníbal Fernández. Es una canallada total, un escándalo: los pocos juicios no pueden detenerse, deben acelerarse y profundizarse -como correctamente señaló Naico- ir por los cómplices civiles, los que asintieron la desaparición de nuestros compañeros. Y no, Duhalde, no se puede plebiscitar algo que es un CRIMEN DE LESA HUMANIDAD y por consecuencia IMPRESCRIPTIBLE.
    "La sangre de los caídos es rebelión".

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