martes, 15 de diciembre de 2009

Que no nos dejen sin voz.

“Los ideales que merecen abrazarse son los que pueden realizarse sin destruir lo que se profesa defender” (Raymond Aron)

Desde hace tiempo venimos escuchando frases como “más democracia a la democracia” o “que es necesario elevar la calidad de las instituciones democráticas”. Sin embargo, antes lo hechos, que no se escapan al conocimiento de todos, esto es justamente lo contrario que se esta haciendo.
La democracia es un sistema político, en el que el gobierno es elegido por el pueblo. Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por el pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes.
Sin embargo, en el caso de Argentina, la misma no entraría dentro de la definición clásica de “democracia representativa”. En este sentido Guillermo O` Donnell formula un nuevo concepto, el de “democracia delegativa”. Para esta concepción quienes son elegidos creen tener el derecho – y la obligación – de decidir como les parezca qué es bueno para el país. Creen que los votantes les delegan plena autoridad durante sus mandatos y todo tipo de control institucional es considerado una injustificada traba; por eso los líderes delegativos intentan subordinar, suprimir o cooptar esas instituciones.
En nuestro país, este estilo decisionista esta llegando al extremo tal de avanzar contra uno de los pilares esenciales de una democracia: “la libertad de expresión” .Ésta, está relacionada con la calidad institucional de un país. Es un derecho, una garantía establecida en la Constitución Nacional
En este sentido, si consideramos a la libertad de expresión como un punto primordial para el ejercicio pleno de la libertad civil, la misma no debe ser coartada o censurada por ningún poder. No por ello, sin embargo juega el “vale todo” y “digo lo que quiero”. Si en su ejercicio se lesiona algún derecho individual y social, los responsables deben hacerse cargo de sus actos.
La libertad de expresión, y en particular la libertad de prensa, es la reina de todas las libertades. Por ello, es lo primero que se ataca .Y esto es por la sencilla razón de que los medios actúan como controlares de los actos de gobierno; puesto que sosegando opiniones y ocultando información es más fácil intervenir en las demás libertades del hombre.
Un politólogo francés, Raymond ARON, tomaba la existencia de la libertad de prensa como punto para clasificar los sistemas políticos. Decía,” si quieren verificar el grado de vigencia democrática de un sistema político, traten de verificar cuán libre es la libertad de prensa en ese sistema. A mayor libertad de prensa, mayor tipificación democrática. A menor libertad de prensa, más cerca estamos del autoritarismo”.
Por ello, ¿qué es lo que pregonan aquellos que piden “más democracia a la democracia, cuando impulsan una ley de Medios que coarta a la libertad de prensa por razones de seguridad de Estado y preservación del orden público?.
Si el fin de esta ley es impedir que se conformen monopolios de la comunicación para que haya diversidad de información, creo que estamos todos de acuerdo. Pero sabemos que los reales objetivos son otros.
En el enfrentamiento con un grupo económico, se producen efectos colaterales en donde la madre de la democracia es dañada.
Si bien es peligrosa la monopolización de medios en manos de pocos grupos más peligroso es que estén en manos del gobierno de turno, expropiando y controlando los medios de comunicación social.
Por lo tanto es justamente lo contrario, a la “libertad de expresión”, lo que están haciendo, conformando valores de tipo personalista, entregando el conocimiento de los hechos a “los amigos del poder”, en donde la critica, el pluralismo, la discrepancia en ideas u opiniones no va a ser posible.
Libertad implica el poder de criticar basado en la idea de tolerancia, del respeto recíproco, del disentimiento, del pluralismo, de un combate civilizado de ideas, no de fuerza.
Debemos dejar a un lado las razones individualistas para tener una mirada global del país que queremos, en donde vos, yo y todos ganemos, no sólo unos pocos.
¡¡ Por ello, no debemos dejar que nos acallen, que nos dejen sin voz!! Y como decía Mariano Moreno, “es preferible vivir junto a una libertad peligrosa, que disfrutar de la paz que le brinda una servidumbre tranquila”.

Lic. Kasta Verónica
32.657.422

1 comentario:

  1. Si una correcta implementación lo hace posible, los ninguneados de siempre, los nadies, vamos a tener acceso a la creación de espacios alternativos.
    Tal vez, cierto día, un campesino firme una columna de opinión sin la necesidad de anteponer a su nombre tres letras que lo identifiquen como licenciado. Tampoco citará frases de grandes pensadores que le han sido enajenados: hablará por él mismo, por los suyos. Y lo hará a su manera.

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