miércoles, 16 de diciembre de 2009

La secularización de los medios de comunicación.

En el plano sociopolítico, la secularización se aplica al fenómeno de la independizacion de la sociedad y del estado, de la sujeción a lo religioso o a la iglesia, y a la transformación de las normas religiosas en principios morales o jurídicos. Es hora entonces de secularizarnos de las ideas “religiosas” de los medios de comunicación y de los postulados que de ella emanan. Creo yo que esta ley de medios de comunicación audiovisual viene a ser una herramienta importantísima para lograr esta secularización.
Los medios de comunicación suelen vender la verdad que de ellos emana como la única y absoluta verdad. Es mas, se jactan de que la misma realidad es la que se ve representada por los medios de comunicación masivos, “si esta en los medios es por que deber ser real, debe ser verdad”. Es aquí que puede encontrarse una estrecha relación entre las verdades e ideas de los medios de comunicación y las ideas religiosas que dominaron el mundo durante gran parte de la edad media. Ambos postulados comparten un carácter autoritario, donde la vida misma esta Determinada por estos ideales dominantes, y los que piensan de modo distinto a estas ideas son tildados de herejes, de traidores, de locos (Newton, Galileo, Descartes, los Kirchner, etc.) y deben ser llevados a la hoguera o a la guillotina. En esta etapa Moderna o Posmoderna, según diversas opiniones la expresan, no se utilizan métodos tan crudos para castigar a los herejes como colgarlos en la plaza; hoy en día ese tipo de violencia se materializa en los medios, la guillotina la tienen los medios de comunicación. Esos medios que procuran castigar a aquellos que no favorecen sus intereses económicos monopolizados y altamente concentrados. Entonces ellos toman estas ideas religioso-comunicacionales tal como la libertad de expresión y la llevan al extremo argumentando que ellos son los verdaderos defensores de dicha libertad y que si el estado intenta inmiscuirse propugnando una carácter mas democrático a las comunicaciones, se atenta contra esta máxima, tildando de hereje a aquellos que ponen en juego sus intereses económicos. Cuando los medios hablan entonces de libertad de expresión y la definen, vemos que de ella emana una idea liberal de la comunicación, llegándose a mezclar libertad de expresión con libertad de empresa y de mercado, y es aquí donde aparece otra idea religiosa, la idea de que si no hay libertad de mercado no hay libertad de expresión. Esta idea es la que debe ser secularizada. Debe serlo porque si se compara la libertad de mercado con la libertad de expresión, se esta propugnando que la comunicación debe regirse por reglas del mercado. Si la comunicación se rige entonces por reglas del mercado, se la esta tomando como una mercancía mas entre todas las demás mercancías, cuando de lo que en verdad se trata es de tomar a la comunicación como un bien SOCIAL y no mercantil. Estamos entonces ante un proceso de mercantilización de las comunicaciones que tuvo su origen en la década del 80 y 90 bajo la preponderancia del paradigma neoliberal. Argumentándolo de esta manera, esta ley de medios no va en contra de la libertad de expresión, en todo caso ira en contra de la libertad de empresa, en contra de la monopolización y concentración de la información, porque la libertad de expresión que dicen los medios que esta en riesgo, en realidad no es tal, sino que son sus intereses económicos los que están en riesgo.
En el articulo anterior se plantea que esta ley de Medios coarta a la libertad de prensa por razones de seguridad de Estado y preservación del orden público, cuando en ningún punto de la ley se establece esto, es mas, es la antigua ley 22.285/80 impulsada por la dictadura del 76 la que en uno de sus artículos establece la posibilidad de censura atribuyendo razones de seguridad nacional. Entonces este planteo de la autora esta basado en una interpretación subjetiva carente de toda validez.
Continuando un poco con este articulo titulado “Que no nos dejen sin voz”, allí se plantea que la ley va a permitir que los medios queden en manos del gobierno cuando la ley no lo establece de esta manera, sino que el estado y no el gobierno, será responsable de las licencias a cargo de Radio y Televisión Argentina sociedad del estado reservándose las frecuencias de Canal 7 y Radio nacional, lo que no genera nuevos medios mas de los que hoy en día están en manos del estado, para que el gobierno pueda controlar. A su vez en el articulo citado se habla de expropiación de medios, cuando en toda la ley no hay una sola mención a que el estado pueda expropiar medios, es mas en toda la ley no aparece la palabra expropiación. Por ultimo la autora, termina con la siguiente cita de Mariano Moreno: “es preferible vivir junto a una libertad peligrosa, que disfrutar de la paz que le brinda una servidumbre tranquila”, lo que da una sensación de que ella prefiere vivir en una libertad peligrosa, amparada en el actual statu quo de los medios de comunicación regulados por la 22.285/80, antes que someterse a una servidumbre tranquila, que es una mera interpretación personal de la actual ley. Por ultimo, me parece fuera de contexto la frese de Mariano Moreno por lo recién expuesto y por que hay que tener en cuenta que justamente el, fue el fundador del periódico la Gazeta de Buenos Aires que era un órgano propio del gobierno (primera junta); de esta manera, la frese citada hace referencia a una concepción gubernamental del periodismo según la entiende Mariano Moreno cuando lo que la autora defiende es justamente la descentralización de los medios de cualquier gobierno. En definitiva esta cita no representa la concepción que ella tiene acerca de los medios.
Es entonces necesario destacar que esta ley es una herramienta, que aplica la regulación del sistema de medios en el país, y es el uso que se le de a esa herramienta la que determinara el carácter mas o menos democrático de nuestro sistema de medios. Es una falacia pretender que la aplicación de esta ley este única y exclusivamente determinada por el gobierno de turno, sino que propugna una construcción mas democrática de las comunicaciones basándose en la gente como ciudadanos y no como meros consumidores. Tenemos, en tanto ciudadanos, el deber de socializar el mensaje, para dotarlo de sentido y llenarlo de esperanza.

Augusto Constantin.

1 comentario:

  1. Tomando las críticas que se hicieron al artículo “Que no nos dejen sin voz”, voy a responder no con el espíritu de la crítica por la crítica misma, sino con el objetivo de hacer más rico el debate y con la necesidad de aclarar aquellos tópicos señalados.
    Primero y sin ningún lugar a dudas, quiero una nueva ley de medios democrática que reemplace a la de la dictadura; pero una ley que contemple los intereses de todo el pueblo y no una hecha por una disputa contra un grupo económico, en donde se producen efectos colaterales prejudiciales para la sociedad.
    Continuando, cuando se plantea que la ley va a permitir que los medios queden en manos del gobierno lo hago en la íntima convicción, que el primero que confunde “Gobierno” con “Estado”, es precisamente el mismo gobierno. ¿Por qué digo esto? Porque un gobierno que parecería dar los planes sociales a los movimientos que responden a él; que mantiene cautivos a los gobernadores e intendente; que manda a la AFIP cuando una empresa va en contra de sus intereses; y un jefe de gabinete que le da órdenes a la policía para que no haga caso al mandamiento de un juez ( se supone un poder independiente); en donde un Secretario, sin respetar los procedimientos administrativos, desarticula una empresa de cable (casualmente la que se enfrenta al gobierno), ¿ Se puede llegar a creer que un gobierno con estas características, perdón, el matrimonio y la mesa chica, pueda llegar a dejar que el “Estado” entregue las licencias democráticamente? con todo respeto, se peca de ingenuo.
    Siguiendo estas líneas, es obvio que no aparece la palabra expropiación, si van a estar los Dellia y compañía presto a “sacrificarse” en nombre del pueblo para obtener las licencias.
    En cuanto al pensamiento de Mariano Moreno, creo que no quedó del todo claro: es preferible vivir junto a una libertad donde los medios sean “peligrosos” y no en la mansedumbre de los medios al estilo “Chávez”. Y para ir cerrando, una reflexión: 3 de diciembre de 2009, día de la jura de los nuevos Diputados, “el pueblo quiere saber de que se trata” , los medios seguían en directo el debate; la TV pública (supuestamente el “Estado”) transmitiendo un partido de futbol… y como dice Sandro: “un botón basta de muestra, lo demás a la camisa”

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