lunes, 2 de mayo de 2011

En cada pálabra al pueblo

El 1º de mayo de cada año salimos a las calles. Somos los hijos y el constante presente de la historia viva de nuestra clase.

Comprendemos cada año la lucha. La sentimos cada día. Le ponemos el cuerpo. Sin embargo no la reducimos a eso. Es sacrificio pero también alegría. La lucha no es tal si no es mezclando la festividad, la jovialidad, la felicidad: “Endurecerse sin perder la ternura jamás”, diría Che Guevara.

La pasada semana observamos en Capital Federal diversidad de actos y eventos que reivindicaban la festividad del 1º de Mayo: desde la concentración de la CGT en Av. 9 de Julio el viernes hasta las concentraciones en Plaza de Mayo y Plaza Lórea el pasado domingo.

Cabe destacar dos hechos que despiertan interés y habrán de ser seguidos con atención para comprender su impacto en la historia de nuestra clase. En primer lugar la oficializada fractura de la Central de Trabajadores de Argentina; por un lado la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky, que concentró en el Luna Park, y lanzó, además de recibir, variados gestos y guiños a la CGT y a la conducción de Hugo Moyano. Por el otro la CTA línea Micheli, con Carlos Chile en Capital, participando activamente del acto repudio por la reanudación del proceso de desalojo de IMPA.

La consolidación de la AGTCAP es el otro hecho que despierta interés. La Asociación Gremial de Trabajadores de Cooperativas y Autónomos Precarizados. Se trata de una herramienta, que dentro de los márgenes que crea la legalidad burguesa en cuanto a leyes que regulen la cuestión del trabajo, disputa y gana terreno en términos políticos para el Polo del Trabajo desde una particularidad casi general: la Precarización. Fenómeno complejo si los hay de habilidad del Capital para mejorar la situación de beneficio propio. La particularidad de los compañeros de la AGTCAP es que el patrón no es otro que el mismo Estado. Ese que tiene, nada más y nada menos, que a gran parte de sus laburantes con contratos basura y en negro.

Comprender que se trata de un día donde rememoramos a los Mártires de Chicago, a las grandes historias de nuestra clase como tragedia-epopeya, a la vez que celebramos nuestra condición de creadores de las riquezas de este mundo. Porque es precisamente esa la característica que resulta esencial para comprender la clase trabajadora global.

Y hacer especial énfasis en la situación internacional: porque internacional es la dominación del Capital, como debe ser en consecuencia la estrategia contrahegemónica que se proponga desarticular y desarmar tal situación de explotación. Ese es el desafío de la clase hoy.

Es la clase que padece no poseer los medios sociales de producción, como tampoco poseer los frutos de su trabajo, esa riqueza material y espiritual que mencionaba que debe ser recuperada en cada acto, en cada marcha, en cada palabra al Pueblo.


Por Raggio

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