miércoles, 6 de abril de 2011

Ecuaciones pre - Octubre


Desde hace algunas semanas hemos escuchado desde que “está en peligro la libertad de expresión” hasta que “es el peor momento de la democracia desde 1983”, pasando por la comparación irresponsable del proceso que vive la argentina con ciertos caracteres nazistas. Uno entiende. Nada de esto se dice desde profundas convicciones. Hay actitudes políticas, miserables claro.

El viernes pasado los principales referentes de la oposición (¿) firmaron una misiva “en defensa de la democracia”, en dónde “clamaban por la libertad de expresión”, por “el fin de la intolerancia, las persecuciones y señalamientos”. Lo cual no podría ser considerado seriamente, si no se piensa en que viven una realidad, por lo menos, particular.

El último lunes aparece una cámara oculta en la que se filma a un delegado de AGR en una negociación con la patronal pidiendo el dinero que cree que le corresponde y usa lo que él entiende como sus principales cartas en la negociación (su cercanía con Moyano y una supuesta defensa del gobierno nacional). En síntesis, dinero y demostración de fuerza, dos temas que rondan las reuniones paritarias y de conflictos sindicales de todos los gremios. Ojalá se filmaran todas estas reuniones, serían sorprendentes.

¿Con estas maniobras la oposición pretende ganar elecciones? Parte de esto habrá, pero parece más un acto de alineamiento con el grupo Clarín, que prefiere victimizarse de cara a la disputa abierta que tiene contra el gobierno nacional, en términos de poder, dinero y sentido.

La ecuación de cara a octubre viene siendo: una acción de clarín + defensa corporativa de los principales cuadros (¿) de la oposición + proceso de victimización = Kirchnerismo malo, feo y peligroso.
En esta ecuación se empiezan a rumbear las cuestiones electorales para cada uno de los candidatos.

Así el Cobismo aguarda en silencio las internas abiertas, para las que espera haber tejido una importante alianza electoral, sea esta con Duhalde, sea con Macri. Por ahora tan sólo coqueteos.

El duhaldismo pretende mostrar sus “apego” a las instituciones en un raid nacional para elegir el candidato del Peronismo Federal que, sea cual fuere, tiene un techo muy pero muy bajo, más allá de sus esfuerzos por pretender mostrarse como potencial actor de disputa. La cuestión cambiaría si este sector del Peronismo Federal cierra alianza con el Macrismo.

Sanz, por su parte, apunta a una construcción extra-partidaria para gambetear a Ricardito porque no le alcanza con los votos radicales que suma. Así, patea la pelota para agosto y coquetea con el macrismo.

La otra pata radical (aparte de Cobos y Sanz) parece tener las cosas algo más claras y apunta a la confirmación de un “frente progresista” con el Socialismo (Binner) y el GEN (Stolbizer), y luchan por sumar al juecismo y a Pino (prometemos futuras reflexiones sobre Pino y PSur), cosa que hoy, en abril, parece difícil.

Así vemos que el macrismo puede cerrar filas con casi cualquier fuerza, y esto se lee del llamado de Mauricio a la conformación de un “espacio de consenso” (que sería esto?) para disputar las elecciones (Tampoco habría que olvidarse de Solá como potencial aliado).
Por último, en el campo opositor, encontramos a Elisa Carrió que entró en un proceso de fábula complejo al afirmar que “se iba a presentar sin alianzas para ganarle a CFK las elecciones presidenciales”. Una perlita.

Lo único claro es que hoy ninguno puede disputarle la elección a CFK. Esto permite a la presidenta dilatar la afirmación de su candidatura, la definición de su compañero/a de fórmula y le da aire para poner gran parte de la libido en el intento de construcción de cuadros, en esta clave debemos leer a La Cámpora. El propio espacio Kirchnerista sabe que, (salvo debacle) con la cuestión electoral de octubre casi resuelta, su principal tarea debe estar orientada a mantener la hegemonía dentro de la coalición de gobierno post 2011.

El apuntador

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