domingo, 31 de octubre de 2010

Prefiero creer

Las preguntas cruzan al escenario político nacional. Con aciertos y con errores se ha ido un actor político que dejó su marca en la historia argentina. Nadie podrá negar eso.

Será momento de hacer balances colectivos e individuales, preguntarnos, nuevamente, de donde venimos, como estamos y hacia donde queremos ir.

Habrá quienes crean que lo realizado desde 2003 hasta esta fecha es más de lo mismo, habrá quines sientan todo lo contrario y crean que se ha elevado el piso de contención social y de calidad democrática, habrá quienes crean que se han desaprovechado oportunidades históricas. Pero todos ellos coincidirán en que soplan aires renovadores en Latinoamérica, aires que (huelga aclararlo), tristemente, se cruzan con tempestades pasadas que queremos evitar (Mariano Ferreyra, Silvia Suppo, Javier Chocobar, Julio López, y tantos otros).

Las contradicciones cruzan nuestras existencias como (casi) nunca antes, vivimos tiempos de excepcionalidad, en donde la política se convierte en el elemento aglutinante de las conciencias colectivas y en la herramienta (in) mediata al servicio de la transformación de nuestra realidad cotidiana. Nos encontramos en una época bisagra (“cambio de época” la llamó Svampa), en dónde lo viejo debe terminar de morir, y lo nuevo debe terminar de nacer.

Es un momento de contradicciones, de pujas, de proyectos, de sueños. Es el momento en que la política se impone al mercado, nos pone alerta y nos empuja al escenario del debate, que nos hace más humanos, menos mediados, más comunicados.

Se cuestiona el orden dado y se debate aquello por construir. Se discuten integraciones, cuestiones impositivas, monopólicas, la función del Estado, el rol de las potencias en la región, las culturas comunicacionales, se discute al capital financiero, se discuten las prioridades, se discute el rol de la educación, los recursos naturales, jubilaciones, la naturaleza de los movimientos sociales, se discute ciencia, la participación obrera en las ganancias, se discute la distribución… se discuten modelos.

La política en el centro de la escena: jóvenes movilizados, creencias populares, nuevas confianzas y proyectos, movilización callejera, militancia de base, resistencia, rebeldía, utopías por realizar… la herencia de 2001 nos ha marcado a fuego y tenemos la obligación de mantener su llama.

No se si fue Kirchner o el Kirchnerismo el que provocó esto, quizás sí, pero prefiero pensar en un pueblo más maduro, más atento, cansado de traiciones y de mártires. Prefiero pensar en nuevas realidades, en nuevos movimientos y no tanto en la (s) persona (s). Prefiero creer en lo colectivo para poder afrontar el futuro. Prefiero creer…

Nacho.

1 comentario:

  1. quiero creer como vos!
    En serio que si.

    Y la frase "Nos encontramos en una época bisagra, en dónde lo viejo debe terminar de morir, y lo nuevo debe terminar de nacer".. de lo más acertada.

    Lo nuevo en esos jóvenes que somos. No toca tomar esta vida en las manos. y hacer estallar lo viejo... =)

    Lindo, lindo, nacho!

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