sábado, 17 de abril de 2010

Los factores de poder y la dominación.

Debemos plantearnos las posibilidades de cara al futuro. Los tiempos se acortan y resulta difícil encontrar alternativas válidas al gobierno nacional. Los caminos de construcción se van cerrando. La derecha avanza con una ofensiva neo-conservadora que tiene en el poder hegemónico de los medios a su principal carta. Las alternativas de centro-izquierda vuelven a aplicar la lógica del “todo o nada” y no parecen dispuestas a construir con los sectores progresistas del país y votan en el congreso con la derecha más conservadora.

Los patrones del campo presionan diariamente por un dólar alto que, por un lado, aumenta el nivel de ingreso de sus arcas y que, por el otro, atenta contra el poder adquisitivo del ciudadano de a pie.

La UIA pretende una oscilación al alza de la divisa, lo cual influenciará positivamente sobre sus ingresos por exportaciones, mas allá del aumento en los costos de producción que esto implicaría. Y, por otro lado, se muestra reacia a concretar una transferencia de sus fabulosos recursos hacia los trabajadores con un aumento salarial.

Los grandes formadores de precio proyectan niveles de inflación siderales encontrando, en esa arbitraria proyección, la excusa perfecta para aumentar precios y hacerse de la gran masa monetaria que hay en circulación producto de medidas como la “asignación universal” o el aumento a los jubilados.

La Iglesia continua pidiendo perdón y proyectando décadas de desolación para nuestro país y nos asegura que los chicos “cuando salen de la escuela van a la esquina a comprar merca”.

La corporación mediática ha hecho explotar por el aire los pocos niveles de credibilidad que podía conservar. Y se muestra a rostro descubierto en un juego que devela que la complejidad de la realidad no se puede compartimentar, vale decir, no hay economía por fuera de la política, lo que hay es lucha de clases y en ella vemos hoy a su fracción dominante mostrar que sus pies son de barro y que, cuando la “gente” (a la que tanto aluden) se moviliza no hay poder concentrado que no se deba cuestionar un cambio de estrategia. Hoy prefieren seguir con su política de achaque contra el tibio gobierno nacional, veremos como sigue esto de cara al futuro.

El gobierno nacional, por su parte, sigue dejando pasar un momento excepcional para radicalizar algunas medidas que, por importantes, no dejan de ser insuficientes. Existe una posibilidad histórica para reparar décadas de olvido y agresión para con las clases populares, apoyamos entonces la asignación universal, defendemos la ley de servicios de comunicación audiovisual, pero esto no puede ser un horizonte para nosotros. Debemos convertir estas medidas en un piso, tenemos la obligación de crear nuevas formas de participación. Necesitamos de la construcción de organizaciones intermedias que solucionen los problemas inmediatos de la propia población. Es menester crear condiciones de posibilidad para la inclusión ciudadana, debemos dejar de invisibilizar y demonizar a las organizaciones piqueteras, y tenemos la obligación histórica de incluirlos en un mercado de trabajo que siempre les dió la espalda y así poner coto a ese fanatismo estigmatizador de nuestra sociedad.

La actualidad requiere de un gobierno que haga hincapié a sus grandes deudas internas antes de honrar a los buitres que chuparon la sangre de este país en alianza con la burguesía nacional. Requiere, a su vez, un gobierno que profundice los juicios a los genocidas, que desenmascare el factor civil de aquel golpe trágico y necesitamos de un gobierno que profundice la defensa de los “Derechos Humanos de hoy” para no borrar con el codo lo que se está escribiendo con la mano. Miles de chicos mueren a diario a manos (o gatillos fáciles) de la maldita policía, miles de mujeres se cobran los abortos ilegales, miles de pibes aún tienen hambre y no le conocen la cara a un doctor.

Vemos entonces que la realidad deviene compleja, entramada y resulta difícil plantearse una estrategia integral de cara al capital que, en tanto relación social, nos corroe y que corroe las relaciones sociales que nos damos, cayendo estas en una pauperización individualista que nos lleva al egoísmo, a la incomunicación y a la perdida de los lazos de solidaridad.


Hoy resulta oportuno decir que debemos buscar la forma de trascender este gobierno. Para poder hacer frente a las grandes redes del poder que el capital manipula (el gobierno es solo un sector de éste), debemos plantearnos una superación de las condiciones de vida actuales, lo cual nos llevará necesariamente a develar "fetiches" y a replantearnos nuestras propias relaciones de poder. Lo cual, no sólo llevará a una transferencia de poder (de las clases dominantes hacia las dominadas), sino que tambien implicará el nacimiento de "hombres nuevos" que se endurecerán sin perder la ternura jamás.

1 comentario:

  1. Precisamente sobre la cuestión intentaba en alguna reflexión del blog, y en variadas charlas con diferentes compañeros, dilucidar como lo establece el artículo. A la humilde conclusión provisoria que llegué es que este es un momento de acumulación de fuerzas para un proyecto superador.
    Nos leemos.

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