viernes, 12 de febrero de 2010

Una estrategia popular

1.
Llama la atención el "nacionalismo" de ciertos sectores. En momentos donde es, por lo menos, rara la valuación que se tiene de la idea de Nación aparecen quienes todavía se animan a clamar por los "intereses nacionales" y "la defensa de la empresa nacional".
El fenómeno de la Globalización arrasó cualquier fijación de la idea de Estado con la Nación. Nos demuestra que la relación no es estática si no que hay dinamismo. Hay movimiento allí donde todo parecía sedimentado: las fronteras son virtuales, se expande la circulación de la información, del trabajo y de la masa poblacional; pero sobre todo, aspecto clave del fenómeno, aumenta la velocidad de circulación -en cada vez mayores circuitos- del Capital. Por eso en honor a la verdad, más que globalización, deberíamos hablar de Mundialización del Capital, ya que salvo honrosas excepciones, no existe hoy zona alguna en la que aquél no pueda penetrar y devorar a gusto y piacere, como tampoco objeto-sujeto que no intente fetichizar y convertir en mercancía. Por ello, postulo que el Estado-Nación, en su acepción tradicional, “ya fue” y no es más que otra de las herramientas del capital a utilizar según convenga. En consecuencia es necesario un replanteo crítico de la idea de Nación, y del nacionalismo, para retomar los aspectos progresivos de la noción y llevar agua al molino del Campo Popular.

2.
El proceso de extranjerización de la economía argentina no es reciente. Si bien se precipita en velocidad durante la época del 90, hay antecedentes del hecho desde la fundación del Estado-Nación, allá por la época de la “Gloriosa” Generación del 80.
Tampoco resulta un proceso llamativo. A nivel regional existió y existe al día de hoy una tendencia muy marcada entre los grupos de poder económico locales: la entrega. Estos grupos nunca fueron más que los acomodados en la mediación con corporaciones económicas y monopólicas extranjeras. Fueron y son los peones del Capital Internacional aquí y en todos los países de América Latina. Podría citar -extendiéndome demasiado para el objeto del artículo- las diferentes composiciones y propiedades en cantidades de directorios de empresas "clave" o "grandes" y detectar que “quien dirige la batuta” no está en el país. Observamos, por lo general, que la tendencia es a entrelazar el capital local e internacional a través de diferentes sucursales y oficinas regionalmente ubicadas.
Frente a las diversas estrategias que el Capital internacional y los monopolios emplean; dumping, lock out, tratados de libre comercio, bloqueo de información, es muy difícil la “Burguesía Nacional” y el Pequeño Empresariado local pueda sobrevivir, por esto que es frecuentemente el sector articula con el gobierno.

3.
La empresa Techint fue fundada en 1950 por Rocca. Al día de hoy, según información de su página web, cuenta con más de 60 mil empleados en más de 20 plantas, operando en más de 30 países del mundo. La empresa trabaja con la elaboración de oleoductos y diferentes productos de la siderurgia. Posee además empresas de servicios para el sector con una fuerte presencia a nivel regional.
En abril de 2008 las empresas de Techint operando en el territorio venezolano fueron estatizadas por decisión del Presidente Hugo Chávez Frías, pagando como indemnización una cifra, por lo menos, cuantiosa . Esta soberana opción del Ejecutivo venezolano lanzó una increíble, en cantidad y poca credibilidad, ráfaga de críticas desde el Poder Mediático Regional. Sus puntas de lanza locales: el Grupo Clarín y La Nación, bramaban exigiéndole al Gobierno Nacional en aquel momento la inmediata “defensa de la empresa de capitales nacionales Techint". Si bien, en aquella ocasión, se sabe que la pretensión política fue golpear la imagen del Gobierno nacional y “denunciar” su chavismo, lo hicieron apelando a la idea de nación. A pesar -mejor dicho- muy a pesar de esa cuantiosa suma acordada pagar, la decisión de Venezuela agredía los “intereses nacionales” .
De ninguna manera asombra este comportamiento, a los ojos del análisis clasista no soporta mucho; se trata de una lógica reacción del capital.

4.
En los primeros días de febrero trascendió a nivel de prensa nacional e internacional la posibilidad de exploración por hidrocarburos, y perforación en caso positivo, de parte de empresas británicas en Puerto Argentino, Islas Malvinas. Tal exploración tendría lugar sobre la plataforma del Mar Argentino . Más allá de la lógica violación sobre la soberanía nacional, está el increíble riesgo para el Medio ambiente y los recursos comunes que las operaciones de esta índole significan.
Poco ha trascendido en los medios este tema. Alguna que otra presentación en los canales y poco en los diarios. Pero, lo que es peor, menor trascendencia aún ha tenido algo que, a todas luces, es grave.
La empresa Techint ha estado comercializando con estas empresas de exploración, en los pasados días habría enviado tubos para la construcción de un oleoducto en Islas Malvinas.
Como decía al principio, llama poderosamente la atención el raro "nacionalismo" que algunos sectores enarbolan. Estos paladines de la Nación que lloran por una estatización en Venezuela nada dicen sobre las operaciones que para la exploración de petróleo en las islas hace Techint. Estos son los patriotas de la mentira y el entreguismo. Los mismos que hoy reproducen las mentiras del Poder Mediático en Venezuela, son los mismos que están dispuestos a aplaudir el saqueo y el ataque al Pueblo.

5.
Como mínimo el concepto de Nación merece una reflexión. No deja de sorprender por su capacidad todo-abarcativa. Lo utilizan sectores de todo el arco político. Puede presentarse como proyecto progresivo o regresivo. No es, sin embargo, un concepto neutro. En nuestra historia la noción carga con una gran mochila, y no puede ser jamás una idea-fuerza progresiva si no se la concibe en unidad dialéctica con la noción de Pueblo.
Solo la idea de una unidad, una unión, entre las clases oprimidas en exclusión de los sectores opresores puede proveer la sólida base para un proyecto emancipador popular. Es el Pueblo el que conquista la Nación desde abajo y no a la inversa, como nos quisieron hacer creer los grupos dominantes. La Nación en este marco se proyecta a través de la Praxis revolucionaria como conquista popular, y en consecuencia, como instancia anti-capitalista. Por ello la estrategia del Capital debe ser divisada a nivel global-planetaria: este es el mapa de complejidad que el fenómeno de "globalización" realmente presenta. A decir de John Holloway estamos ante un escenario de lucha de clases “asimétrico”, donde el Capital acentúa su tendencia de globalizar su estrategia a la vez que atomizar su polo opositor. Los ejecutores de esta estrategia, como señalaba arriba, son locales y las juegan en cada territorio de acuerdo a las directivas de sus superiores. Por ello, la respuesta a dicha estrategia debe ser local y global. Debemos ser capaces de lograr un nacionalismo que tome el internacionalismo como principio de acción. Como nos enseñaron Artigas, Bolívar, San Martín o Martí: una América que sea NuestraAmérica - la Patria Grande.

Antonio Raggio
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1 Véase http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1003358
2 Es evidente esta posición, como ejemplificador léase el artículo de La Nación fechado el 2 de abril de 2008, http://prensa.mrecic.gov.ar/noticia.php?id=16220381
3 Véase http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=507390

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