lunes, 6 de febrero de 2012

El 14 Bis, el péndulo de las burocracias y el reloj kirchenerista… El mejor tiempo para el debate


De los efectos más negativos de la crisis del neoliberalismo a hoy, el péndulo kirchnerista, sus mentores pero también sus efectos, han direccionado y gestionado los tiempos de la política nacional. Si bien los tiempos más difíciles que debió enfrentar este gobierno pueden trasladarnos a la crisis desestabilizadora del 2008 en manos de las corporaciones rurales, hay que reconocer que las grandes transformaciones, vistas en perspectiva a lo largo de estos 9 años, parecen darnos la sensación de haberse producido durante la presidencia de él, mas que de ella. Nos corre la idea de que el “mito Nestor” está más vivo que nunca porque en tiempos de llanura política el reconocimiento de sus logros es mayor.


La sintonía fina del nuevo mandato de CFK nos alerta sobre nuevas turbulencias que el gobierno desea sortear sin mover demasiado el tablero. Es que no han pasado grandes cosas, o en comparación con lo vivido, todo suena liviano. Lo cierto es que hay mucho para tirar arriba de la mesa, pero todo suena a poco si miramos para atrás.


No solo por su propio peso pero sin lugar a dudas gracias a su densidad, el kirchenrismo ha diagramado pendularmente una política exitosa, trazando los principios de la variable tiempo para regular los momentos más significativos de la vida política nacional. El reloj kirchnerista ha construido su tiempo para sobrevivir, nacer, crecer, mantenerse y resignificarse a diario. Pero claro, la política no son solo pasiones de líderes, sentimientos personales de quienes detentan el poder político, y los relojes también se adecuan a los procesos dinámicos y contradictorios de las experiencias populares.


El reloj del gobierno parece detenerse en un reconocimiento a lo hecho para poder legitimar lo que vendrá. Las variables macroeconómicas se han sentido a gusto, el universal de “modelo” estrechó su aceptación con un 54% y ninguna fuerza política pareciera dejarlos en jaque.


El tiempo da existencia. El tiempo determina quién puede ser y quién no. El tiempo es una construcción que se disloca en un juego de poder donde quien logra apropiarse del tiempo del otro, puede determinar su existencia, o al menos condicionarla. Hay dueños de tiempo en permanente tensión, apropiadores de los pequeños tiempos que le dan existencia a las experiencias humanas. El tiempo, y sobre todo el tiempo político se construye, se disputa, asi como el mediático, y como tantos otros. Los medios tienen su tiempo, y al construir su agenda, le dan existencia a lo que les interesa.


El gobierno intenta hacerse cargo del tiempo deteniéndolo en una actitud, si se permite la expresión, de “regular la profundización”. Intenta poner pausa a las transformaciones para ajustar los excesos de la “bonanza”. Y esto se puede cristalizar a través de la armoniosa campaña para desatar el problema del subsidio, como las exitosas y no menos armoniosas relaciones con gran parte de la UIA enfrentando los nostálgicos tiempos de las conquistas obreras. La sintonía fina se apoya en una objetiva desaceleración económica producto de un negro panorama internacional. Precios y salarios disputándose sus tiempos, la CGT reconociendo que le han negado su tiempo; el moyanismo enfrentando los tiempos del gobierno, el conservadurismo del movimiento obrero organizado apostando a los nuevos-viejos tiempos; la renovación política parece no cumplir su tiempo, ¿será que los gordos de la CGT aprovecharan este tiempo para introducir su tiempo? ¿Será que el péndulo de toda la burocracia sindical argentina se está cerrando en una disputa intra-mafiosa por ver quien asume los nuevos tiempos de la central obrera? Y los nuevos tiempos del gobierno ¿contemplan las conquistas obreras? ¿Cuánto de regresivo hay en este nuevo tiempo? ¿Cuánto no? Si el tiempo da existencia, ¿a quienes sigue negando el gobierno?


En las intermitencias del movimiento pendular, los tejidos de alianzas despiertan fantasmas de los peores tiempos del país. Pasa el tiempo y la panacea kirchnerista muestra resquebrajamientos, ¿será que lo viejo también condiciona el tiempo de lo nuevo?


poli

No hay comentarios:

Publicar un comentario