miércoles, 27 de abril de 2011

"CUANDO TENGA LA TIERRA"


Más de 20 horas de corte. La 9 de julio enfurecida por tantos coches en su lomo; pero más enfurecidos están los medios burgueses. Durante toda la jornada, miembros de la comunidad Qom la primavera de Formosa cortaron la 9 de julio ante la ausencia de respuestas por parte del gobierno nacional.

Los medios no hicieron esperar su clásica condena. A primera hora del día, Magdalena Ruiz Guiñazu, defensora de las ideas democráticas tanto como Vargas Llosa del pensamiento liberal, se pronuncio frente al corte que ya empezaba a generar “caos” en el transito. en comunicación directa con Feliz Díaz, referente de la comunidad, y sobre todo de la lucha que se inicia a partir de los asesinatos producto de la represión policial el pasado 23 de noviembre, la majestuosa periodista apeló a la vieja discusión kantiana sobre las libertades, igualando el derecho a la libre circulación con el preciado derecho de la tierra. Claro, el terreno de la legalidad, y el respeto a la ciudadanía porteña es innegociable para este tipo de periodismo absurdo, que ni siquiera muestra una pequeña mueca de interés por alcanzar lo más profundo del debate; un periodismo insensible que considera una represión, una huelga de hambre frente a la problemática de la falta de tierra similar a un caos vehicular en el corazón de buenos aires.

El tiempo de este periodismo es la muerte. El desinterés es tal que ni siquiera reconocen el tiempo que llevan las comunidades reclamando por sus tierras. Tiempo que se traduce en presiones, hostigamientos, ataques, negaciones, y el derecho a una vida indigna, casi en la derrota de conformarse con migajas políticas.

Decía que el tiempo de este periodismo basura, es la muerte. Solo frente al hecho más aberrante de la represión policial y más canalla de la dirigencia política, la lucha por la tierra alcanza visibilidad. y peor aún, solo cuando el conflicto se traslada a la capital, es digno de ser nombrado. Y lo más terrible, sólo cuando se decide cortar la arteria más importante de buenos aires, es cuando los medios recogen la idea de que se está poniendo en jaque la “libertad ciudadana”.

la “pacha” para esta gente es mierda. Los rituales en plena 9 de julio son notas de color, propias de ese “otro”, que de repente asecha la gran ciudad. Ese “otro” que, sin embargo se presenta sereno frente al desastre, con templanza frente a la demonización mediática, con coraje frente a la indiferencia de gran parte de la sociedad y sobre todo, convencido de estar haciendo lo correcto.

Pero la realidad de las comunidades indígenas es este país es clara, o precisamente no tan clara como para ser visible. Frente a las comunidades existe una negación sistemática; una invisibilizacion heredada de tiempos inmemorables. frente a esta condición, la tierra ha sido el escalafón que todo gobierno progresista se niega a tocar. es el pedestal político que este gobierno mira de lejos, lo apropia simbólicamente, lo consume en invertebrados debates, lo ejerce como bandera de los oprimidos pero por ahora se rige como simulacro.

El acampe qom lleva largas semanas sobre la avenida de mayo y 9 de julio. pero rápidamente se hizo parte del paisaje. Se nutrió de la indolencia porteña.

Hace semanas. El canal 26 intento tratar el tema desde un programa político y convoco en su estudio a un diputado de proyecto sur y a una dirigente de FORJA. Me pregunto, ¿y los propios protagonistas? ¿Acaso fue imposible para la producción del programa convocar a la propia gente que estaba acampando en capital? ¿No era necesario escuchar la voz del que vive en carne propia los atropellos de la propiedad privada, y los golpes de la represión? ¿la voz de quien recorre tantos kilómetros para resistir en un acampe a la espera de un diálogo abierto con la presidenta no iba a aportar nada al debate?

El ruido de los bocinazos ejerce presión sobre la lucha. los medios preocupados frente a la congestión vehicular no dudan en demostrar el gravísimo error de las comunidades. se acerca la hora pico, la dirigencia política desoye las demandas de una Formosa que los olvida; de un gobernador aliado al gobierno nacional que solo reafirma las contradicciones del modelo “nacional popular”.

Es necesario que los centros de estudiantes combativos de buenos aires se solidaricen con los reclamos de la comunidad; que los sectores de trabajadores y estudiantes, que tantas veces han demostrado la solidaridad con sus hermanos, se acerquen a brindar su apoyo. Porque ahí están las verdaderas voces que se expresan en la anhelada lucha por la tierra, y por la justicia frente a la represión.


Por Poli.

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