jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Qué política?

En algunas notas anteriores se hablaba de “lo nuevo que no termina de nacer y de lo viejo que no termina de morir” y se hacía en alusión directa al sindicalismo responsable del asesinato de Mariano Ferreyra.

Las últimas semanas nos han dado nuevos ejemplos de esa condición del escenario actual, entre ellos ayer hemos visto un mamarracho con la trompada de “mano de piedra” Camaño.

2001 significó el hartazgo de la población de una clase dirigente corrupta, autodestructiva, irresponsable y nefasta, significó asesinatos a mansalva y significó clamor popular (y tantas otras cosas).

El paso del tiempo y la creciente concientización han transformado el hartazgo en participación, en recuperación de solidaridades y de la política como herramienta de transformación social. La dinámica política nacional y regional impuso un escenario de constante debate de nuestras realidades. La representación pasó a ser comandada por la participación social y se fue matizando la delegatividad democrática de la que nos hablaba O`Donnell (léase bien: matizando se dijo).

Es esto viejo que no termina de morir lo que atenta con esa creciente participación política. De 2001 a esta parte hemos podido recuperar el valor de la política, ya lo hemos dicho. Resulta necesario ahora preguntarnos ¿Qué política?

2001 – 2010: represiones, asesinatos, huidas, helicópteros, dólares, fin de los indultos, cuadros, UNASUR, Julio López, jubilaciones, asignaciones, Mariano Ferreyra, Bariloche, gatillos fáciles, Luciano Arruga, 125, minería, comunicaciones audiovisuales, ADN, acusaciones, construcciones, default, banelcos, operaciones políticas, cachetadas, Javier Chocobar, Skanska, papel, soja, FMI, movilizaciones, alegrías, tristezas, piquetes de abundancia, piquetes de la dignidad, Argentinazo, alicates, pasteras, urnas, lágrimas, broncas, presupuestos, integración, soberanía… en fin, insistimos: ¿Qué política? Es hora de empezar a darnos algunas respuestas…


El Infernal

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